Nada Basta Para Mí
“Hoy no tengo ganas de reír, de cosa las suficiente para vivir;
Quién sabe si viviendo, al final termine riendo”
Kalnem
¿Será que vivo?
Hoy, el canto fúnebre se escucha más nítido;
Hoy, todo se ha vuelto de color, colores intensos que me enceguecen,
Que me ahogan;
Hoy, ni la mujer que amo está conmigo,
Su voz de fuego se apago en el torrente de mis lágrimas;
Hoy, las mieles del amor me saben a ajenjo;
Hoy, siento el ardor en mi espalda,
Ausencia de alas arrebatadas,
Caída libre hasta el fondo del fango;
La miseria desnuda me muestra obscenamente sus miembros;
La angustia hurta mi sangre sin prisa;
¡No veo nada en este resplandor!
¡Mis ojos no se acostumbran de ver el sol!
Si me quitas todo el bienestar que tengo;
Si las dudas pesan más que las verdades;
Si el presente es una montaña donde cada grito de libertad
Se convierte en eco de un pasado en cadenas;
Si los loores se acabaron y sólo quedan quejabranzas;
Si mi imperfección es causa del malestar de otros;
Si se agota mi tolerancia y los demás no cambian;
Si importa más lo material que lo espiritual;
Si el tiempo no da experiencia y conocimiento;
Si la vida no se compadece y esto es lo que merezco;
Si el esfuerzo no basta…
Entonces que acabe todo,
No quiero ser la burla de demonios,
Ni la lastima de ángeles;
No quiero ser el cuerpo donde se engalane el amor,
No deseo ser el maniquí que exhibe la exuberancia de la vida;
Déjame sufrir todo el tiempo y aguantaré los cien años;
Prefiero ser la paja que lleva el viento que la roca fija en el suelo.
Quién sabe si viviendo, al final termine riendo”
Kalnem
¿Será que vivo?
Hoy, el canto fúnebre se escucha más nítido;
Hoy, todo se ha vuelto de color, colores intensos que me enceguecen,
Que me ahogan;
Hoy, ni la mujer que amo está conmigo,
Su voz de fuego se apago en el torrente de mis lágrimas;
Hoy, las mieles del amor me saben a ajenjo;
Hoy, siento el ardor en mi espalda,
Ausencia de alas arrebatadas,
Caída libre hasta el fondo del fango;
La miseria desnuda me muestra obscenamente sus miembros;
La angustia hurta mi sangre sin prisa;
¡No veo nada en este resplandor!
¡Mis ojos no se acostumbran de ver el sol!
Si me quitas todo el bienestar que tengo;
Si las dudas pesan más que las verdades;
Si el presente es una montaña donde cada grito de libertad
Se convierte en eco de un pasado en cadenas;
Si los loores se acabaron y sólo quedan quejabranzas;
Si mi imperfección es causa del malestar de otros;
Si se agota mi tolerancia y los demás no cambian;
Si importa más lo material que lo espiritual;
Si el tiempo no da experiencia y conocimiento;
Si la vida no se compadece y esto es lo que merezco;
Si el esfuerzo no basta…
Entonces que acabe todo,
No quiero ser la burla de demonios,
Ni la lastima de ángeles;
No quiero ser el cuerpo donde se engalane el amor,
No deseo ser el maniquí que exhibe la exuberancia de la vida;
Déjame sufrir todo el tiempo y aguantaré los cien años;
Prefiero ser la paja que lleva el viento que la roca fija en el suelo.
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