23 nov 2009

Canto Del Renacimiento

Lunes 11-06/2007
13:01

Y la tocaron,
Y escuche su melodía y me alegré,
Y no fueron mis dedos
Pues no hubo tiempo de aprender;
Pero yo me alejaba y sus notas dejaron de acariciar mis oídos.
Y fui llevado al cielo,
A ese que desprecié.
Y no era blanco, ni sus pisos son de nube.
Tampoco hay ángeles por todos lados
Y San Pedro no me dio la bienvenida.
De repente escuche risas, música y pasos de danza.
Escuche cánticos que me hacían estremecer
Y una voz me dijo:
No puedes despreciar aquello que hace parte de ti.
¿Y si renunciara a mi mismo?
Entonces “eso” ocuparía tu lugar.
¿No hay lápiz, ni papel tal como lo soñé?
No tendrás que utilizarlos, no habrá nada que desahogar, pues no encontrarás cosas que te asfixien.
¿Acaso valgo yo el oro del que está hecho tu cielo?
Mucho más que eso.
¿Cómo es que merezco todo lo que me ofreces?
No lo mereces.
Entonces, ¿por qué me lo das?
Por que te amo.
Y sus palabras fue lo más sincero y más sonoro que hay yo podido escuchar.
El cielo que desprecié, era yo mismo.
Es sólo que debía morir para darme cuenta que soy de oro,
Que hay una fiesta por mí
Y la música que suena es el canto del renacimiento,
Pues descubrí al fin que así como vivir es morir cada día,
Morir es saber que estoy vivo.

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