Mujer Pájaro
23-10/2013
A Jessica Meza
Quise conocerte cuando aún no eras Pájaro,
cuando la metamorfosis no lograba completarse,
cuando aún mirabas el cielo como ajeno a tu cuerpo.
Quise saludarte cuando el sonido de tu voz no era melodioso canto,
cuando el pico no se había adaptado a la forma de tus labios,
cuando susurrabas canciones sólo para ti.
Quise enseñarte que no todos los cielos son azules,
ni todas las nubes blancas,
y que no hay que alzar la vista para poder verlos.
Quise abrazarte con mis alas de Dragón sin que sintieras temor,
brindarte de mi fuego sin dañarte
y sentarme a tu lado sin ocultarte.
Pero aún estando en tierra te creí inalcanzable,
te miraba desde lo alto para que no lo notaras,
busqué otras aves, surqué otros cielos
y regresaba para verte de nuevo.
Ahora que tus libros te han dado libertad...
yo no la tengo.
Ahora que tus ojos ya me pueden mirar...
yo no me encuentro.
Ahora que tu vuelo puede hasta mi llegar...
ya yo no vuelo.
Ahora te conozco gracias al viento,
ahora te saludo pero en silencio,
ahora sólo te enseño en mi pensamiento
¿Y qué de mis abrazos? Brazos desiertos.
Al observar tu vuelo, lunar del cielo,
deseo que la noche venga de nuevo.
A Jessica Meza
Quise conocerte cuando aún no eras Pájaro,
cuando la metamorfosis no lograba completarse,
cuando aún mirabas el cielo como ajeno a tu cuerpo.
Quise saludarte cuando el sonido de tu voz no era melodioso canto,
cuando el pico no se había adaptado a la forma de tus labios,
cuando susurrabas canciones sólo para ti.
Quise enseñarte que no todos los cielos son azules,
ni todas las nubes blancas,
y que no hay que alzar la vista para poder verlos.
Quise abrazarte con mis alas de Dragón sin que sintieras temor,
brindarte de mi fuego sin dañarte
y sentarme a tu lado sin ocultarte.
Pero aún estando en tierra te creí inalcanzable,
te miraba desde lo alto para que no lo notaras,
busqué otras aves, surqué otros cielos
y regresaba para verte de nuevo.
Ahora que tus libros te han dado libertad...
yo no la tengo.
Ahora que tus ojos ya me pueden mirar...
yo no me encuentro.
Ahora que tu vuelo puede hasta mi llegar...
ya yo no vuelo.
Ahora te conozco gracias al viento,
ahora te saludo pero en silencio,
ahora sólo te enseño en mi pensamiento
¿Y qué de mis abrazos? Brazos desiertos.
Al observar tu vuelo, lunar del cielo,
deseo que la noche venga de nuevo.
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