La Generación Sin Generaciones

El tiempo se quedó en las huellas de nuestros pasos,
en aquel cabello que se cortó,
en el vino que nuestro estómago no soportó,
en la hoja de papel con un poema, con un trazo.

En el humo de los cigarrillos,
en el vaso arrugado del tinto,
en el compañerismo extinto,
en la pared de los pasillos.

En el piso de la plaza,
en el borde de la muralla,
en la sala de mi casa,
en la arena de la playa.

En las obras de las exposiciones,
en el sonido mágico de las presentaciones,
en las bibliotecas y sus colecciones,
en los movimientos de las interpretaciones.

En la agonía del sol
de un eterno atardecer,
en el derramado alcohol,
y la decadencia del ser.

Esa generación sin generaciones,
la que alguna vez alguien osó darle nombre,
yace oculta entre nubarrones
a donde no llega el ojo del hombre.

Comentarios

Anónimo dijo…
No sé si es porque tenía tiempo que no leía algo así o porque me identifico demasiado pero demasiado con esto.
Ey que chevere. Muchísimos Éxitos.

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