Recital
21-04/2006
Apresuré mis pasos
Para poder alcanzarte
Mientras caían retazos
De mi temor de hablarte.
Aligeré en mi mente
Las precisas palabras,
Ánimo convincente
Y un tono abracadabra,
Y cuando ya pisaba
Tu esquiva sombra, tú
Volteaste y tu rostro reflejaba
La blancura y espanto de un ataúd;
Traté de no asombrarme
Y pasar inadvertido
Porque sino como una leona con hambre
Me hubieses mordido;
Cercana ya la esquina
Donde empieza la calle
Que me lleva hasta aquí,
Con vientos de Catrina
Salió un suspiro de mí.
El silencio manda
Y los rostros se voltean
Cuando alguien anda
Y más personas llegan;
Empieza la lectura
Y escucho versos cortos,
El cuerpo tiende a la curvatura
Y los rostros absortos;
Quisiera yo escuchar
De Margarita sus versos
Pero no paran de llegar
Palabras que me tienen preso;
Quisiera yo escuchar
Los versos de Juan Carlos
Pero no paran de saltar
Los sonidos, sin poder esquivarlos;
Intente entonces oír
Las poesías de Lara
Pero no pude yo impedir
Que las letras me abarcaran.
Decir esto me da pena,
¿Entonces para qué vine?
Disfrutara en casa un almuerzo-cena
Mientras veo buen cine.
Con ánimo compensatorio
Compartiré mi queja
En el conversatorio
Si el hambre y Alsturm deja.
Apresuré mis pasos
Para poder alcanzarte
Mientras caían retazos
De mi temor de hablarte.
Aligeré en mi mente
Las precisas palabras,
Ánimo convincente
Y un tono abracadabra,
Y cuando ya pisaba
Tu esquiva sombra, tú
Volteaste y tu rostro reflejaba
La blancura y espanto de un ataúd;
Traté de no asombrarme
Y pasar inadvertido
Porque sino como una leona con hambre
Me hubieses mordido;
Cercana ya la esquina
Donde empieza la calle
Que me lleva hasta aquí,
Con vientos de Catrina
Salió un suspiro de mí.
El silencio manda
Y los rostros se voltean
Cuando alguien anda
Y más personas llegan;
Empieza la lectura
Y escucho versos cortos,
El cuerpo tiende a la curvatura
Y los rostros absortos;
Quisiera yo escuchar
De Margarita sus versos
Pero no paran de llegar
Palabras que me tienen preso;
Quisiera yo escuchar
Los versos de Juan Carlos
Pero no paran de saltar
Los sonidos, sin poder esquivarlos;
Intente entonces oír
Las poesías de Lara
Pero no pude yo impedir
Que las letras me abarcaran.
Decir esto me da pena,
¿Entonces para qué vine?
Disfrutara en casa un almuerzo-cena
Mientras veo buen cine.
Con ánimo compensatorio
Compartiré mi queja
En el conversatorio
Si el hambre y Alsturm deja.
Comentarios
Margarita Velez
Rodolfo Lara
Juan Carlos Urango
y Alsturm es un investigador, un sociólogo si mal no recuerdo, que se interesó en la vida y obra del poeta cartagenero Luis Carlos López y escribió un libro sobre ello.