Camino Plateado
Ella se sienta sola, frente al mar, dice que le transmite paz pero a quien puede, un mar negro y un horizonte oscuro ofrecerle tranquilidad. Pasan las horas y ella permanece allí como si fuese uno de los cañones en la muralla y divisara algún enemigo en alta mar dispuesta a derribar a barcos invasores dejándolos en el abismo del olvido. Nadie sabe en qué o en quién pensará, el silencio absorbió todos sus gestos, un corazón palpitante en un cuerpo inanimado, vive pero sólo ella sabe que es así. Viene a ser entonces como un caballo de Troya en cuyo interior un sin fin de pensamientos disputan excitados su derecho a salir y volverse inmortales en unas palabras y semidioses en un verso. Ella espera paciente en algún momento se alinearán, la luna en lo alto es la estrella que guía con rumbo hacia el horizonte oscuro, por un camino plateado, donde poesía y Ella se encontrarán.