10 mar 2013

Deudas

Insisten en llamarme desgraciado
mentes en cuyos vientres se han concebido
pensamientos más siniestros que los míos
y que la falta de acción no sea excusa
pues de tener las condiciones necesarias
ningún principio o moral les hubiese detenido.

Que no soy un hombre bueno, eso se sabe.
Mi cuerpo alegremente ha transgredido
las leyes que el creador estipulase
para guiar al ser humano en su camino.

En vano no es entonces mi vida triste
y todo el mal que he hecho lo he pagado.

1 comentario:

Dylan Forrester dijo...

Transgresora poética que se paga.

Saludos.