28 feb 2011

MMEI

Artista, tú que sabes dibujar tu tristeza
dejando un rastro gris sobre el papel.
Dibuja también la alegría aún sin cambiar el color.
Lo que hace bello a un paisaje
son los ojos que lo ven,
el corazón que lo admira
y la memoria que no lo olvida.

Artista, no importa que haya sombras
pues la luz las concibió.
Su destreza en el dibujo
nació de una imperfección.

Tu lápiz no se detiene
¿Por qué haz de hacerlo tú?
La hoja manchada de blanco
dejó de ser un terror
donde mil trazos definen
lo que hay en tu imaginación.

1 comentario:

Ariam Félis dijo...

Las sombras han definido y definirán la linea natural,
del paso presuroso de la duda al dibujar,
temerosa, las manos temblorosas, que fastidioso mal...
por querer plasmar la locura recurrente de esta estrepitosa mente,
que frente a la mezcla de gamas se estremece...
logrando entre el caos, la belleza, la armonía...
una hermosa asimetría del mundo latente,
que sobrevive en la imaginación que admiras.

Siempre que pueda sorprenderte con manías escondidas, disfrutaré con una sonrisa esos momentos.