30 jun 2010

En Silencio Y Casto

Se acaba el tiempo,
se agota este placer casi sagrado de tocarte,
mis ansias se alimentan de tus interminables "¡No!"
y un delirio se apodera de mi mente
y veo tu imagen en todas partes.

¿Puede compararse acaso, el cuerpo de una simple mortal con el de la hija de una diosa?

Espero en silencio y casto
el llamado de tu lujuria,
el día en que nuestros fuegos se unan
bajo una avalancha de besos y caricias
y ríos de sudor y fluidos aromaticen el lugar.

Quiero ver en tus ojos la mirada obsesiva,
sentir en tus manos las garras feroces
y provocar en tu cuerpo el rugir de los volcanes,
la furia del océano,
el big ban de un nuevo renacer.

Damian Blanco

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