Puedo escribir los versos más estúpidos esta noche,
producto del insomnio y el aburrimiento.
Podría expresar las más tontas rimas
y descubrir al idiota que hay en mí.
Realmente no me asombraría
puesto que no puedo ser del todo malo.
¡Ay Neruda! ¿Para qué gastar toda una noche
en escribir 20 poemas al amor
y una canción al desespero?
Si podías tener sexo con Eliana Soriano
mientras suena “Desolación”.
Pudiendo haberte tomado
20 botellas de vino
y una caña brava
y hablar hasta el hastío.
Te compadezco Pablo y te detesto,
por ti muchos poetas fracasaron,
pues vieron en tus versos ridículos y absurdos
la última palabra.
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